martes, 29 de enero de 2008

Por fin esta mañana he visto la cordillera del Himalaya. No hay palabras para describirlo. Según Pravat, que nos ha llevado, es la única vez que el mismo la ha visto tan bien. Creo que ha sido un regalo maravilloso para nosotros que así haya sido. Para verla nos hemos ido aun pueblo que se llama Hattiban. Después no ha llevado por los pueblos del valle de Katmanthu hasta su casa en Kiptipur y nos ha ofrecido patatas fritas con aceite de oliva y té y nos ha presentado a su familia. Su madre es realmente una mujer maravillosa. Cada día es especial en este sitio y solo hemos visto algo de lo muchísimo que hay.

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