Como un río

Hoy el recorrido ha sido dirección al río para ver un lavadero público, pero como pasa en esta ciudad vieja de siglos y a la vez tan joven y cambiante, puedes pasar mil veces por las mismas calles que siempre habrá algo nuevo y hermoso que te sorprenderá. El lavadero es un edificio al aire libre con dos cabezas de dragones como caños de agua. La luz parece que se vuelve madre o amante para, con dorada suavidad, que todo brille con especial hermosura. Nada sobra en este sitio. Todo es perfecto tal como es. Los nepalíes hacen que esta impresión se acentúe. Son amables, risueños, creativos y artistas en casi todo lo que hacen.
Llegando al río Bisnumati, sucio, negro, naranja de las caléndulas, el verde de los huertos en sus márgenes, tan muerto y con tanta vida en el. Pasó por lugares que siento son tan sagrados que hago constantemente pequeñas reverencias. A veces las hago a personas que te miran o hablan y logran que tu corazón se ría.

El día termino con una boda por todo lo alto, coche engalanado, banda de música, familia, lagrimas , risas y una chica, con su hijo o hermano en brazos, empeñada en abrirme el bolsito donde llevaba la cartea. Era guapísima pero no muy hábil en su trabajo, pues en todos los intentos solo lograba abrir la bolsita pero no sacar la cartera de cáñamo que me he comprado que incluso para mi es difícil de sacar. Lo más interesante del episodio fue que en ningún momento nació en mi sensación de miedo o inseguridad, todo lo contrario, lo vivi como un momento de consciencia perfecto, pues seguí haciendo fotos y a la la vez sintiendo todo el tejemaneje de la hermosa carterista. Esta vez no pudo ser.

Frio

Hoy ha amanecido el día nublado y con frío. Mientras llovía todo empezó a tomar otro color, más brillante y contrastado y me puse a caminar por las calles donde no se ven a los turistas, donde los tibetanos compran sus tejidos de seda maravillosa, adornos y todos los elementos necesarios para el culto, donde los nepalíes compran todo lo necesario para sus "pujas"(oraciones) cacharros de todos los colores, ropa occidental y muchos pequeños espacios sagrados en los lugares más insospechados. Ahí es donde yo me encuentro mas a gusto.
La luz fría, el día nuevo, la lluvia brillante, el paso acompañado , la ruta distinta, la calle local, la gente pendiente de tu mirada , tu mirada pendiente de sus ojos, en el templo de colores nos vemos y en la calleja estrecha hay un dios que acecha.

Cena nepalí

Anoche cené en un restaurante nepalí estupendo. Solo ver los camareros uno pensaría que previamente pasaron un casting. Está situado en una casa típica de Katmanthu con una antiguedad de mas de 100 años restaurada. Los comensales estamos sentados en el suelo y nos sirven la comida con muchísimo encanto. Estábamos, por el lado europeo, María, Susana y yo, por el nepalí, Rajani y su amigo Shivendra. En resumen nos pusimos muy alegres y locuaces, incluso llegamos a entendernos en diferentes idiomas gracias a un aguardiente de arroz hecho en Nepal. Después, linterna en mano, nos dirigimos al hotel por las oscuras calles de esta ciudad que se queda a oscuras cada cinco horas. Por cierto, cuando vuelva tengo que estudiar ingles-nepalí sin falta ya que no tiene nada que ver con el de América ni el de Uk.La otra opción es estar siempre borracho del Sake de Nepal.

María

Estas fotos tan bonitas no las he hecho yo. Son de María con su cámara y su talento.

Himalaya

Por fin esta mañana he visto la cordillera del Himalaya. No hay palabras para describirlo. Según Pravat, que nos ha llevado, es la única vez que el mismo la ha visto tan bien. Creo que ha sido un regalo maravilloso para nosotros que así haya sido. Para verla nos hemos ido aun pueblo que se llama Hattiban. Después no ha llevado por los pueblos del valle de Katmanthu hasta su casa en Kiptipur y nos ha ofrecido patatas fritas con aceite de oliva y té y nos ha presentado a su familia. Su madre es realmente una mujer maravillosa. Cada día es especial en este sitio y solo hemos visto algo de lo muchísimo que hay.

Durbar Square de Katmanthu

Armonia

Todo esto paso en el lugar maravilloso que es el corazón de Katmanthu. La primera vez que paseas por este sitio te parece que es un sueño, y no solo por los edificios, también por la gente que vive en esta ciudad. Todo en ella encaja perfectamente, nada distorsiona y en ella me encuentro anónimo e integrado. La gente es amable y la media es de mi estatura, lo que facilita mucho la comunicación visual. Je,je!

El desorden de las bodas

Esto me temo que será un poco desordenado y más. La imagen que estáis viendo es la boda que se realiza entre las mujeres de Nepal y diferentes elementos. Me apetecía pasear solo por el barrio de Tamel, donde estoy viviendo, callejeando entro en Durbar Scuare y veo una bulla tremenda con color, ya sabéis que me pasa con el color, veo un montón de niñas con sus madres increíblemente arregladas todas de rojo y dorado,ya sabéis lo que me pasa con el dorado, y empiezo flipar en rojo y dorado, por supuesto.
Las niñas de tres años se casan simbólicamente con el sol y se llaman “Surga marriage”, surga (sol), las de 7 se casan con una semilla con el caparazón muy duro que se llama bell,”Bell marriage”, y las de de más de 22 años se casan con quien quieren si pueden.